Al abordar la obra arquitectA A nica de Antonio GaudA A , el viajero contemporA A¡neo puede hacerlo desde diferentes puntos de vista. Al igual que hay tantas representaciones de un edificio como proyecciones en perspectiva existen (diA A drica, axonomA A trica-isomA A trica, caballera, cA A nica, aA A rea, etcA A tera), asA A esta guA A a cultural, que trata sobre la herencia del lenguaje gaudinista por el noroeste de EspaA A a, aspira a llegar al corazA A n primero y al raciocinio despuA A s del amante de la arquitectura por diferentes caminos.
En esta ocasiA A n y debido a las enormes distancias existentes entre Barcelona y las villas o ciudades a las que afecta (Astorga-LeA A n-GijA A n-Comillas), trayectos que para la A A poca tan sA A lo se podA A an salvar por medio del ferrocarril, si no se querA A a perder un excesivo tiempo, cobran especial importancia los colaboradores que el genial arquitecto catalA A¡n tuvo a su cargo o disposiciA A n (desde el maestro de obra Claudi Alsina y el contratista Policarpo Arias, hasta los arquitectos CristA A bal Cascante y Joan RubiA A . Este A Aºltimo, tA A cnico calculista del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia). cooperantes que, aA Aºn en la lejanA A a, jamA A¡s dejaron de ejercer su noble oficio y todos proyectaron sus muchos conocimientos bajo el incuestionable magisterio de Antonio GaudA A . Es pues, la primera y no A Aºnica demostraciA A n palpable de la gran confianza que el procA A r arquitecto depositA A en sus colegas de profesiA A n. QuizA A¡ por ello, se le puede considerar como el A Aºltimo de los magister operis de la Edad Media y uno de los primeros arquitectos modernos que, en un periodo de tiempo que engloba el A Aºltimo cuarto del siglo XIX y primero del siglo XX -sin pretender crear un estilo propio-, dejA A una serie de tendencias arquitectA A nicas (postgA A tica, geomA A trica y naturalista) que hoy en dA A a siguen vigentes.
