Dos osos polares buscan su lugar en el mundo
Este cuento delicado y emocionante, con un mensaje que trasciende la fA A¡bula ecologista, se publicarA A¡ tambiA A n en Francia antes de fin de aA A o
Un osezno polar es abandonado por su madre y se pega a un viejo oso gruA A A A n que le va a enseA A ar a desenvolverse ante los avatares de la vida. AdmiraciA A n y miedo. Belleza y agilidad, aspecto, a veces, humano. Los osos polares son unos animales irresistibles y ejercen un influjo irrefrenable, tambiA A n en Ana Miralles y Emilio Ruiz, que crean con WA A¡luk un relato delicado y emocionante, del que ya se han vendido los derechos para su publicaciA A n en Francia por la editorial Delcourt antes del fin de 2011.
Ana Miralles, una dibujante con tres dA A cadas de experiencia publicando cA A mics en el mercado internacional, y Emilio Ruiz, un contrastado guionista multidisciplinar, se sirven de la lucha por la supervivencia de dos osos polares capaces de hablar y de emocionarse como los humanos, para dar un repaso a sus problemas como especie, a la actualidad medioambiental y al impacto del hombre sobre el destino de estos animales.
Pero la pareja creadora va mA A¡s allA A¡. WA A¡luk habla de carencias, de la ausencia de una total autonomA A a del individuo a cualquier edad, de cA A mo en cada etapa de la vida se disfruta de un variable desequilibrio entre mermas y virtudes: Nuestras capacidades fA A sicas e intelectuales por sA A solas no son suficientes para asegurarnos la felicidad o una positiva evoluciA A n personal. Mejoramos integralmente al convivir entre individuos de diferente edad y experiencia. La persona se enriquece, reconoce Emilio Ruiz.
Para Ana Miralles ha sido un verdadero reto grA A¡fico dotar a los osos de expresiones y rasgos humanos. Las bromas sobre lo fA A¡cil que serA A a hacer una historia de osos polares en el +rtico se rompieron en pedazos al ver los colores que se iban desplegando en su paleta. El resultado es un sorprendente mundo multicolor que amplA A a la gama de ciertos lugares paradigmA A¡ticos como la siempre verde selva tropical.