Hace ya mA A¡s de 250 aA A os que comenzA A la quema de las obras de J.J.Rousseau en su ciudad natal (el 1 9 de Junio de 1 762) y, desde entonces, tanto racionalistas como fascistas, religiosos o ateos militantes, no han dejado de tener en su punto de mira al escritor ginebrino.
Tanto las polA A ticas sociales como las educativas, la concepciA A n moderna de los derechos humanos, la reivindicaciA A n de una educaciA A n liberadora, los orA A genes de la psicologA A a evolutiva avant la lettre, la dignificaciA A n de la oralidad (no olvidemos sus propuestas sobre el origen del lenguaje...), la mA Aºsica moderna (A A se fue su oficio y su artA A culo para la Enciclopedia...), el ensayo literario, la novela, etc. estA A¡n en deuda con Rousseau y, en definitiva, con este texto, en el que ya se prefiguran sus posteriores aportaciones. Hace ya mA A¡s de 250 aA A os que comenzA A la quema de las obras de J.J.Rousseau en su ciudad natal (el 1 9 de Junio de 1 762) y, desde en+tonces, tanto racionalistas como fascistas, religiosos o ateos militantes, no han dejado de tener en su punto de mira al escritor ginebrino.
Tanto las polA A ticas sociales como las educativas, la concepciA A n mo+derna de los derechos humanos, la reivindicaciA A n de una educaciA A n liberadora, los orA A genes de la psicologA A a evolutiva avant la lettre, la dignificaciA A n de la oralidad (no olvidemos sus propuestas sobre el ori+gen del lenguaje...), la mA Aºsica moderna (A A se fue su oficio y su artA A culo para la Enciclopedia...), el ensayo literario, la novela, etc.. estA A¡n en deuda con Rousseau y, en definitiva, con este texto, en el que ya se prefiguran sus posteriores aportaciones.